INTRODUCCIÓN:
Texto bíblico: Hebreos 2:5-18
1. Estamos
en un mundo en el que las dificultades aparecen permanentemente: La injusticia,
las persecuciones, oposiciones, enfermedades, la angustia, la desilusión y la
muerte.
2. Más que vivir, estamos sobreviviendo en este mundo;
incluso el hecho de ser cristiano no nos protege de las dificultades y
contratiempos enfrentados por todos los seres humanos. Parece que estamos
encarcelados en nuestra libertad, de hecho, esta libertad parece más una
ilusión que una realidad. Vivimos inmersos en una maraña de pecados que, con
sabor de placer, amarga el alma de la sociedad.
3. Todos estamos en la búsqueda de solución, de esperanza y
de salvación; sin embargo, no tenemos la fuerza, la sabiduría y las habilidades
suficientes para resolver nuestro problema. No obstante, hay luz al final de
túnel.
I. EL HIJO DE DIOS SE ENTREGÓ DE TAL MANERA
CONVIRTIENDOSE EN UN SER HUMANO PARA SOCORRER A LA HUMANIDAD – Hebreos 2:5-9,
16
1.
Jesús,
Aquel que es superior a los ángeles, que es divino, la expresión exacta del ser
y de la gloria del Padre, se convirtió temporalmente menor que los ángeles para
ser semejante a la humanidad (vs. 5-8).
a)
Adán
y Eva perdieron la autoridad concedida por Dios cuando cayeron en el pecado, y
desde allí toda la humanidad quedó sujeta a la esclavitud durante toda la vida.
b)
La
autoridad otorgada al ser humano en el Edén fue tomada por el diablo, que la
utiliza para promover la muerte y la esclavitud a los victimados seres humanos.
c)
Jesús
entra en acción para restaurar todos los dones divinos otorgados en la creación
que fueron malogrados debido a la tentación.
2. Jesús entregó Su poder y Su majestad para bajar a la
humanidad que había perdido la autoridad concedida por Dios (v. 9).
3. Jesús se hizo a Si mismo inferior a los ángeles para
llegar a la humanidad que caída en el pecado, necesita ayuda para levantarse
(v. 16). No hay otra solución que esto. Jesús es nuestra única esperanza. Sólo
en Él hay buenas perspectivas para el futuro (v. 5). Por lo tanto, a levantar
la cabeza y a vivir esta esperanza a partir de ahora.
II. JESUS SE SOMETIÓ A LA MUERTE BUSCANDO LA
SALVACIÓN Y SANTIFICACIÓN DE LA HUMANIDAD – Hebreos 2:9-13, 17
1.
Jesús
nuevamente fue coronado con gloria y honor por haber sufrido hasta la muerte;
viniendo a probar la muerte por toda la humanidad con el objetivo de llevar a
muchas personas a la gloria a través de la salvación y santificación (vs.
9-10).
2. Jesús santifica a los que aceptan santificar-se,
identificando-se con ellos y restaurándoles a la familia de Dios (vs. 11-13).
3. Jesús sabía que Su sumisión e identificación con la
humanidad era la única manera de obtener el poder para restaurar la dignidad
perdida por el pecador. Sabiendo que era necesario, Jesús fue hasta el límite
de la sumisión: La muerte (v. 17). Después de pasar por tal humillación y
vergüenza, Él ahora mismo puede:
a)
Ser
misericordioso Sumo Sacerdote de Sus hermanos.
b)
Ser
fiel Sumo Sacerdote en lo que a Dios se refiere. Jesús es digno de fe,
confiable en lo que promete y eficiente en lo que hace.
c)
Hacer
expiación por los pecados del pueblo.
III. CRISTO PASÓ POR LA MUERTE PARA LIBERAR A LOS ESCLAVOS DEL PECADO CONDENADOS
A LA MUERTE – Hebreos 2:14-15, 18
1.
Jesús
tenía que ser parte de la esencia de la humanidad con el fin de restaurarla del
poder del diablo (v. 14).
2. Jesús Se sujetó ser destruido para destruir al que tenía
el imperio de la muerte, buscando así liberar a todos aquellos que tienen miedo
de la muerte por estar sujetos a la esclavitud del pecado (v. 15).
3. Jesús experimentó todo lo que la humanidad esclava del
pecado sufre, para obtener la autoridad para ayudar a los que son tentados (v.
18).
a)
Jesús
padeció para socorrer a los que padecen.
b)
Jesús
sufrió para socorrer a los que sufren.
c)
Jesús
murió para dar vida a los que merecen la muerte.
Al final, Cristo descendió del Cielo para levantarnos; Él
Se humilló a Si mismo para guiarnos a la gloria; Él murió para librarnos de la
muerte. Él intercede misericordiosa y fielmente, para que levantemos la cabeza
de este mudo de pecado a Su oferta de salvación.
CONCLUSIÓN:
1.
Jesús,
con Su actitud increíble de someterse a Si mismo y entregarse para la vida
humana adquirió el poder y la autoridad para ayudarnos no sólo en nuestras
debilidades, sino también en nuestros problemas, dolores, sufrimientos, y
levantarnos del fango de la inmundicia del pecado.
2. Jesús, yendo más allá de la sumisión de convertirse en
humano, entregándose a la muerte por nosotros, se hizo capaz de no sólo
identificarse con nosotros y rescatarnos para la vida eterna – debido a
producir nuestra reconciliación con Dios.
3. Jesús, al morir como un ser humano y vencer la muerte y
el diablo, quedó revelado que Su paso victorioso le permitió ofrecer auxilio a
los esclavos pecadores condenados a la muerte.
APELACIÓN: Estimado lector, ¿estás delante de batallas y
dificultades y anhelas llenar tu aflicto corazón de esperanza? No rechaces el
sacrificio de Cristo y pon tus pensamientos en Él, el que intercede y
proporciona medios para darte la victoria sobre toda depravación, y fortaleza
para resistir a todas las tentaciones.
Pr. Heber Toth Armí
Traducido por Elena Costa