¿HAY ALGUIEN QUE NO DESCARTA A NADIE?

INTRODUCCIÓN: Texto principal de la Biblia: Isaías 42:1-3

1.   ¡Cuán a menudo la gente te induce a que te sientas como basura en este mundo!

2.  ¡Cuántas veces los amigos te decepcionan indicando cosas como si fueras un valor inferior a un centavo!

3.  ¡Cuántas veces en casa, en el trabajo, en la escuela o en los deportes se te han descartado como la peor persona del mundo! ¿Hay alguien que no descarta a nadie?

I. AUNQUE SEAS UNA CAÑA QUEBRADA NUNCA SERÁS DESCARTADO POR JESÚS – Isaías 42:1, 3

1. El pecado arruinó la vida en el mundo, convirtiendo los seres humanos en una caña   quebrada, sin valor, sin concierto, aplastada y seca.

2. Los pecadores hacen injusticias o son intolerables hasta el punto de humillar y despreciar a la gente como si fuéramos tan sólo cañas quebradas, útiles sólo para ser descartadas.

a) Si tú te sientes roto y aplastado por la inmoralidad practicada por ti mismo o contra ti, este mensaje te va a ser muy útil.

b) Si tú te sientes lastimado por el materialismo, torpeza mental, presión psicológica, etc. este mensaje ya tiene un destino certero: tú.

c) Si tú te sientes magullado, agotado de tratar de ser feliz y desesperado por nunca haber encontrado la paz que tanto anhelabas, este mensaje debe atraer a todos los sentidos de tu ser.

3. Los pecadores tenemos un sólo rayo de esperanza, porque Dios envió a Su hijo acompañado de la plenitud del Espíritu Santo; a fin de, cariñosa y suavemente atraer a todo aplastado, desechable y excluido de la sociedad.

II. AUNQUE SEAS UNA MECHA QUE APENAS ARDE, SI TODAVÍA HUMEAS NO SERÁS DESCARTADO - Isaías 42:3

1. La mecha humeante es algo que se ha quemado y se está enfriando, el fuego se apagó y no queda otra cosa sino para ser echada fuera.

2. La mecha humeante puede representar la vida llegando a su fin, o la fe y el fervor del pasado enfriándose rápidamente y sin perspectivas positivas por delante.

a) ¿Se te ha apagado la mecha del amor y de la fe en Cristo?

b) ¿Se te ha enfriado la mecha del fervor y entusiasmo espiritual?

c)   ¿La mecha de la evangelización y de la misión perdió la llama?

3. ¡La mecha humeante puede ser revivida, renovada y restaurada por el Siervo del Señor que, sin alarde, opera el milagro más grande de la vida!

III. AUNQUE ESTÉS EN EL ÚLTIMO, EN EL FONDO DEL POZO,  SIN ESPERANZA, NO SE DESESPERE, ESPERA EN CRISTO JESÚS – Isaías 42:1-3

1. Necesitas saber que Dios no ha renunciado a los seres humanos pecadores, a pesar de que muchos de nosotros Lo hemos renunciado a Él; Él todavía no ha abandonado a nadie, sin embargo, casi todo el mundo ya se fue un par de veces, sino para siempre.

2. Necesitas saber que en este mundo todo es desechable, incluso las personas corroídas por el pecado; Sin embargo, el Cielo nunca rechazó a nadie que corre a Jesús buscando la restauración.

3. Necesitas saber que por muy roto, detonado, rechazado, deshonrado, arruinado y agraviado que estés, Jesús tiene amor para aceptarte y poder para restaurarte - ¡Ve a Él inmediatamente!

CONCLUSIÓN:

1. Jesús, el Siervo elegido de Dios, el Hijo, a quien el Padre se complace y puso Su Espíritu sobre Él, sin alarde produce una transformación que da lugar a la restauración de la vida, la dignidad que da lugar a la paz del corazón.

2. Jesús, El que traerá justicia a las naciones es El que mostrará el amor y la misericordia a los que se someten a Él. Frente a la crisis, no te rindas  a la muerte, sino a Cristo. ¡No se desespere, espere en Cristo!

3. Jesús, no se exaltará, ni alzará Su voz, ni la hará oír en la calle, va a revelar Su poder en la vida de aquellos que le permiten actuar sobre la base del propósito para el cual Él vino del cielo a la tierra: ¡para restaurar y salvar!

APELACIÓN:

1. Para que tu vida tenga sentido, es esencial servir al Siervo de Dios.

2. Para que tu vida tenga significación es fundamental tu desarrollo moral y espiritual.

3. Para que tu vida sea restaurada, noble y muy hermosa, es esencial correr a Cristo, ¡Él no descarta a nadie!

 

Realizado por Pr. Heber Toth Armí

Traducido por Elena Costa